Empezar a cuidar la alimentación puede generar muchas preguntas. ¿Cuántos gramos de arroz debo comer? ¿Cuántos gramos de pollo debo pesar? Antes seguía una dieta donde me indicaban cantidades exactas, ¿debo seguir haciéndolo? Estas son algunas de las preguntas que a diario se escuchan en consulta.
Como en muchas creencias sobre la alimentación, las redes sociales tienen parte de responsabilidad, pues adultos y adolescentes observan este tipo de hábitos y piensan que es normal. Sin embargo, pesar los alimentos puede traer consecuencias negativas sobre su alimentación, incluso llevarlos a una desnutrición o un déficit calórico innecesario.
Cuando el nutricionista elabora un plan de dieta toma en cuenta los requerimientos y necesidades de su paciente. Se basa en ellos para determinar cuántos gramos de macro y micronutrientes son necesarios para él o ella, y así conseguir una adecuación ideal. Es en este cálculo donde salen a relucir cuántos gramos de carbohidratos, por ejemplo, puede comer en el desayuno o almuerzo. El profesional puede decidir si se indicará la cantidad de un determinado alimento dentro del plan para que su paciente aprenda a comer buscando que en un futuro su balanza sea reemplazada por sus propios ojos y manos. Sin embargo, ¿qué tan saludable es realizar esta actividad diariamente?
Las personas con una condición particular como enfermedades renales, pacientes oncológicos o fisicoculturistas deben tener mucho cuidado en el momento de elaborar una dieta diaria. En estos casos especiales es necesario, e incluso vital, pesar cada alimento con el fin de no generar un desequilibrio nutricional.
Pero si lo que se busca es adquirir buenos hábitos alimenticios, reducir medidas, disminuir porcentaje de grasa corporal o se tiene una mala relación con la comida; pesar los alimentos solo generará una dependencia con la balanza. Como consecuencia, este hábito puede incrementar la ansiedad y el hambre para una persona en su intento desesperado por bajar de peso o que padece un trastorno alimenticio.
Por lo tanto, no es una práctica recomendada a realizar mientras se atraviesa un proceso de aprendizaje con la comida. Lo importante aquí es que se debe conocer las porciones indicadas para cada uno de acuerdo a una evaluación realizada por un nutricionista, donde puedas crear una relación armoniosa con los alimentos.
Las alternativas para conseguirlo son variadas, como emplear la superficie de la mano para medir las porciones o la utilización de medidas caseras. Estas opciones ayudarán a conseguir una dieta que esté dentro de los requerimientos y objetivos que se desea.
Recuerda que ninguna medida que aumente tu estrés o ansiedad es la más indicada para abordar un tema tan importante como es la alimentación. Se debe buscar el asesoramiento de un profesional en la materia.
Una alimentación adecuada debe ser balanceada, equilibrada, armoniosa y de calidad. Además, debe estar acompañada por la práctica de la actividad física para lograr un estado de salud óptimo.
Lic. Joselyn Casildo Avila (Nutricionista)
@nutricionista_joselync